TESTIMONIO

"Que la gente tenga cuidado, por favor, que hay mucho sufrimiento ahí dentro"

El marido de Maite, Carlos, lleva 4 meses ingresado en la UCI. Su testimonio nos ayuda hoy a poner nombre e historia a esos datos, muchas veces fríos, de personas ingresadas por COVID-19

Mayte Morais lleva cuatro meses pegada al teléfono. "Desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas, con el móvil en la mano para tener la llamada del hospital". Desde hace 120 días, en esa conversación, espera escuchar una buena noticia. En las UCI de Castilla y León hay 184 personas ingresadas con COVID-19. Están graves y solas. "Te produce una angustia... Son cuatro meses en una cama mirando la cama del box siguiente". Mayte lo sabe porque lo ha visto. Desde hace semanas le permiten visitar a su marido. Es terapia para los dos. "Siento alivo cuando vengo. Voy a tener el síndrome de la UVI, porque solo sé venir a este sitio", un lugar donde se pelea cada vida.

En el box 5, a Carlos han tenido que hacerle tres veces la ECMO, una técnica de rescate que permite descansar a los pulmones. Los médicos le llaman el superviviente. "Cada paciente que entra no os podéis imaginar la lucha, la humanidad, el cariño... porque solo les tienen a ellos".

La estancia media en la UCI es de 30 días; algunos están 40 pero Carlos, con 60 años, ha roto las estadísticas. "Que la gente tenga cuidado, por favor, que la gente tenga cuidado, que hay mucho sufrimiento ahí dentro y hay gente muy joven", clama Maite. Dentro hay muchos pacientes y fuera muchas familias con interminables días de espera. Todos confían en escuchar que pueden volver a casa.