Cuando María apenas tenía siete años, su abuelo le hacía creer que la que se encargaba de conducir el tractor entre las viñas era ella. Incluso se encargaba de vendimiar las cepas a las que él no podía acceder. Con esta infancia estaba claro que el futuro de esta joven burgalesa estaría ligado a su pueblo: Santa Cruz de la Salceda.

De vuelta al origen
Tras unos años viviendo en Madrid y tras haber estudiado una carrera muy alejada del sector primario, decidió dar un giro a su vida. Volvió al pueblo, se formó y junto a su hermano apostó por trabajar las viñas que su abuelo había puesto en marcha. Hoy, pese a las dificultades de este trabajo, afirma que fue la mejor decisión que pudo tomar.

Actuar antes de que llegue el problema
Además, ella tiene claro que para mantenerse en el sector primario hay que aprovecharse de las nuevas tecnologías, algo que ella hace y gracias a las que ella intenta adelantarse a los problemas que en el viñedo pueden ir apareciendo.