Acaba de comenzar la campaña de recogida de patata temprana. En Castilla y León se produce casi la mitad de toda la de España. Pero los agricultores se mueven con márgenes cada vez más ajustados, y algunos incluso no la recogen por no serles rentable.
Jesús tiene 8 hectáreas sembradas con patatas. Producirlas le cuesta unos 0,12€/kilo. El año pasado se las compraron a 15 céntimos. Un precio muy ajustado que deja poco margen para operar e incluso en ocasiones ahoga. Hasta llegar al supermercado, pasa por diferentes manos. Del campo al patatero, que se pone en contacto con intermediarios. En la industria se lava y llega al lineal. Allí el consumidor paga hasta 10 veces más. Hasta 1,55€/kg.
Desde la Unión de pequeños agricultores denuncian que la Ley de la Cadena, que garantiza cubrir los costes de producción, no siempre se cumple. Y si no se logra ser rentable, muchos agricultores deciden dejar de sembrar. Este año ya se han reducido las hectáreas sembradas en Castilla y León. En nuestra comunidad se produce el 40 por ciento de toda la patata nacional.