Esta es la bilioteca de la Universidad de Salamanca. Hubo un tiempo en que aquí se robaban muchos libros. Los monjes, hartos, tuvieron que pedirle al papa que hiciese algo. De aquella historia salió este célebre cartel que avisaba de la excomunión a quién maltratara los libros. Es el original, y ahora está siendo reparado en Simancas, en Valladolid.

Es de lo más pintoresco que se restaura en esta especie de hospital de lo histórico de Castilla y León. Estos cirujanos también llevan bata y como los médicos tienen que valorar si el paciente está muy grave, como este escritorio del siglo XV.

Ya en planta está esta óleo sobre tabla de la escuela de flandes que pronto recibirá el alta. Y por muy grave o estable que esté una pieza, ellos, los que las manipulan saben que no pueden hacerlo de cualquier manera. Son humanos y tienen días de todo tipo.

Porque para tocar estas joyas hay que estar fino. Y más aún para corregir lo que otras manos han hecho antes.