Casi la mitad de la energía que consumimos en casa se destina a la calefacción. No es cuestión de vivir con el abrigo puesto, pero sí es importante usar el calor de forma responsable. Reducir el gasto no sólo le viene bien a nuestro bolsillo, también al medio ambiente.

La gloria es un sistema tradicional de suelo radiante que ya existía hace 2.000 años en la época de los romanos y que se ha conservado hasta el siglo XXI en algunas casas de Castilla y León. El secreto es la distribución del calor por todo el suelo a través de galerías y todo por un precio insignificante al mes.

Como por ejemplo, tener una temperatura máxima de 21 grados. Aunque tengamos que abrigarnos un poco más en casa. Está claro que a la hora de ahorrar en calefacción, lo tradicional gana la batalla a las nuevas tecnologías.