El fiscal ha ratificado su solicitud de tres años y dos meses de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave y nueve más de lesiones por imprudencia grave para el conductor de autobús Germán de la Vega que sufrió un accidente en Villanueva del Aceral (Ávila), en el que falleció una joven de 16 años.
El Ministerio Fiscal expuso en sus conclusiones un relato que hacía hincapié en el hecho de que el chofer ejerciera una conducción temeraria «pecando de benevolente». Lo corroboran los informes realizados a raíz del estudio del tacógrafo del vehículo siniestrado, que demuestran que, además del exceso de velocidad, no respetó ninguna de las cinco señales de 'Stop' existentes en el trayecto.
El informe técnico de la Guardia Civil de Tráfico sobre el accidente de Villanueva del Aceral (Ávila) reveló esta mañana una conducción “negligente y temeraria”, según manifestó uno de los agentes. El estudio recoge que la velocidad era “excesiva” tanto para el vehículo, como para la vía, ya que un autobús escolar por la carretera que une Muñosancho y Arévalo no debía superar los 70 kilómetros por hora.
El agente precisó que el conductor parecía ir “distraído” puesto que “no absorbía” las indicaciones de la señalización y no adoptó decisiones en consecuencia. Es decir, que a pesar de que la limitación de velocidad antes de llegar al cruce de la AV-800 con la CL- 605, era de 70 y después de 50 kilómetros por hora, no redujo la marcha.
Indemnizaciones
Los cuatros letrados de la acusación particular solicitaron que las indemnizaciones deberían ser del cien por cien y no del 75 por ciento, pese a que los escolares no llevaban abrochado el cinturón de seguridad ya que “sus lesiones no fueron mayores por esa causa y no estaban convenientemente advertidos de la obligación de utilizar este dispositivo de seguridad”.
Por su parte, la defensa de la empresa adjudicataria del servicio, Gasch, acusada por la Fiscalía de responsabilidad civil directa, solicitó que, “como mucho”, se achacara a su representado responsabilidad civil subsidiaria. El abogado de la Junta de Castilla y León, imputada como responsable civil subsidiaria, consideró en sus conclusiones que la administración regional «no tuvo ninguna responsabilidad en el accidente» por lo que solicitó la absolución.
La letrada encargada de la defensa del conductor acusado solicitó la libre absolución de su representado al alegar que “debió pasarle algo físico” y, por tanto, se le podría imputar una imprudencia leve “no condenable”. El conductor Germán de la Vega pidió perdón, finalmente, y volvió a recordar que no había tenido un accidente en 45 años de trabajo hasta el ocurrido en Villanueva del Aceral.