Es el gran día de las rebajas, pero también lo es de las devoluciones. Muchos de los regalos que han dejado junto a los zapatos los Reyes Magos han llegado rotos, con talla equivocada o en un color que no gusta. El cliente tiene derecho a un cambio, pero no en todos los casos.

Acabamos de pasar las Navidades, una época de mucho consumo y de presentes y ¿a quien no le han regalado algo defectuoso, que ya lo tiene o que no es de su talla? Ante esta situación, la consecuencia suele ser siempre la misma. Ir a la tienda con el ticket de compra y cambiarlo.

En estas fechas hay muchos tipos de cambios. Cuando es porque es objeto está defectuoso el cliente tiene todo el derecho. Algo que suele ser muy común en los juguetes de los pasados Reyes Mayos. Un derecho del consumidor y una obligación para el comerciante.

Algo muy distinto pasa cuando el regalo no tiene defectos. En ese caso es la tienda la que debe barajar las ventajas e inconvenientes que le supone.

En este caso, también aparece la picaresca. Muchos consumidores juegan con el cambio de precios para sacar partido a una venta en Navidades para luego devolverla en rebajas y obtener un mejor precio. Al final con o sin picaresca, como tónica general, los comercios devuelven el producto al consumidor, porque el cliente…siempre tiene la razón.