En los años 50 del siglo XX se construye un barrio a las afueras de Valladolid con una estructura muy peculiar. Muchos lo definen como un pueblo andaluz en la meseta castellana. "Se hizo para que la gente que viniese a la ciudad se sintiese como en el pueblo", nos cuenta el presidente de la Asociación Vecinal Barrio Girón, Fernando Polanco. Se construyó con todos los servicios: tiendas, artesanos y el cine. "Había vida propia en el barrio y el cine era para venir aquí y pasar una tarde maravillosa. Tiene un escenario y muchas posibilidades para hacer teatro".

A ese cine de barrio acudían de todas partes de la ciudad. Era un referente en Valladolid. Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos, sigue teniendo en su memoria el recuerdo de ver en este cine "un documental de Bob Dylan y La vida de Brian". Pero pronto dejó de proyectar ilusiones. "A principio de los 80 se cerró porque tiene muchas deficiencias, muchos problemas arquitectónicos", dice Polanco.

Fue utilizado como sede de la asociación de vecinos del barrio hasta 1995 y por los miembros del teatro Corsario. Su estado actual es de ruina y su recuperación una de las reivindicaciones históricas del barrio. Un barrio muy habitado por artistas que pretenden que el antiguo Cine Castilla vuelva a ser foco cultural, no solo del barrio, sino de la ciudad.