Sus manos llevan una semana sin abrazar a sus hijos de mes y medio. Son los de Mauricia, la sexagenaria que dio a luz a mellizos y de quienes ya no tiene la custodia. Los Servicios Sociales alegan incumplimientos de los compromisos que ella misma había adquirido, como el apoyo permanente para la atención a los menores.

"El apoyo es justamente no llevarse a los niños y ayudar a la madre. Ellos no solamente no ayudan, sino que además crean verdaderas situaciones de terror, porque esto es terrorismo puro", asegura Mauricia.

Insiste en que que despidió a la asistente que los Servicios Sociales le obligaron a contratar ante una negligencia: "La niña se la dejó caer, y ese fue el detonante, porque ahí, claro, ahí ya hubo una situación que yo despedí a la interna."

La retirada de la tutela se revisará dentro de seis meses, pero para ella, dice,  empieza el mayor infierno de su vida. Lo sabe bien. Ya lo vivió con su primera hija: "Juicios y más juicios. Citaciones y más citaciones. Más vistas, más juicios y más citaciones. Esto es de locos, por favor. Que la justicia de Burgos actúe por una vez. Que dejen ya de robar y secuestrar niños con órdenes terribles", afirma.

De momento los menores están bajo la tutela de los Servicios Sociales de Burgos mientras pasan a una familia de acogida y su madre espera que le digan cuando puede visitarlos