Había que hacer memoria para recordar la última vez que Salamanca registraba una nevada así. La capital amanecía totalmente teñida de blanco, y desde primera hora de la mañana provocaba complicaciones en la circulación. Cortando incluso algunas calles al tráfico. Y eso que más de 250 personas trabajan para retirar la nieve y repartir más de 30.000 kilos de sal.
El servicio de autobús urbano también ha sido suspendido por la imposibilidad de circular debido a las capas de hielo que se han formado por las bajas temperaturas. Y mientras, son muchas las personas que no quieren perderse la oportunidad de ver y disfrutar de la nieve. Eso sí, es muy importante salir preparado para el frío y los posibles resbalones.
Filomena también se está dejando notar en otros puntos de la provincia. La peor parte sobre todo se la llevan las de Alba de Tormes, Peñaranda y Béjar.