ECONOMÍA

Vaya despidiéndose de su caldera de gas o diésel

La Comisión Europea ha presentado una propuesta para eliminar los sistemas de calefacción que utilicen combustibles fósiles antes de 2030

Lidia Corral

La Unión Europea quiere reducir más de un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El objetivo que persigue es alcanzar la neutralidad climática antes de 2050. Y ahora ha puesto el foco en los edificios, destino del 40 por ciento de la energía que se consume en Europa y responsable del 36 por ciento de nuestras emisiones de gas de efecto invernadero. La Comisión Europea ha presentado una propuesta para eliminar los sistemas de calefacción que utilicen combustibles fósiles, es decir, las calderas de gas, diésel o de carbón, antes de 2030.

Pero la eliminación será gradual, y mucho antes no habrá subvenciones para estos sistemas: el 1 de enero de 2024 los países no podrán sacar ayudas para este tipo de calderas. Y en los próximos años las nuevas construcciones ya no podrán contar con ellas, y para las ya existentes se establece una horquilla entre 2035 y 2040.

¿Las alternativas? Bombas de calor o sistemas que utilicen tecnologías basadas en renovables, es decir, la solar térmica, fotovoltaica, las bombas de calor y la biomasa, la renovable suministrada por comunidades de energías renovables o comunidades ciudadanas de energía, y la calefacción y refrigeración urbanas basadas en energías renovables o en el calor residual. Pero también se plantea la posibilidad del hidrógeno, o calderas híbridas. En cualquier caso, las calderas que sean de gas ya están adaptadas para esta tecnología en el momento que sea viable.

Y habrá una importante partida económica para acelerar la renovación: 150.000 millones de euros.

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