Cualquier momento es bueno para visitar Peñafiel, descubrir sus monumentos centenarios y ver la Plaza del Coso, un recinto que data de la época medieval y que sigue albergando festejos taurinos ahora, en pleno siglo XXI. No es necesario que sea fin de semana para caminar por las estrechas calles de la villa y disfrutar del olor procedente de la madera quemada que calienta a los peñafielenses durante el invierno. Tampoco es imprescindible que sea verano para degustar un lechazo al horno de leña regado con los mejores caldos de la Ribera del Duero
Peñafiel es, en sí mismo, un auténtico museo al aire libre. No obstante, el visitante puede acercarse a la cultura y al arte peñafielenses adentrándose en cualquiera de sus museos como el archiconocido Museo Provincial del Vino, ubicado en el espectacular castillo, el Museo de Arte Sacro, el Aula de Arqueología o la Casa de la Ribera y Cosovisión.