La sequía y el calor condicionan la vendimia

La sequía y las olas de calor que están caracterizando este verano tienen un efecto directo sobre el viñedo. El proceso de maduración de la uva se ha adelantado y los viticultores están muy pendientes de la meteorología.

Con una anomalía de precipitación del 20% y unas temperaturas excesivamente elevadas, el envero de la uva en Ribera del Duero se ha adelantado. "Es pronto para decirlo, pero probablemente se pueda adelantar con respecto a otros años", son afirmaciones de la Unión de Uniones. 

Pero aún se puede corregir la tendencia si las noches de agosto son frescas y llegan lluvias, como ya ocurrió en 2015. Recuerdan que las temperaturas de aquel mes de julio fueron igual de elevadas que las de este año "las lluvias de septiembre hicieron que la cosecha fuera normal", explica esperanzado

Si, por el contrario, los rigores del verano persisten, habría que sacrificar parte de la cosecha para mantener la calidad, pero "hay que esperar y ser pacientes".

Los viticultores piden a la Confederación Hidrográfica del Duero flexibilidad con el riego en un año con una anomalía climática tan acusada.

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