En la montaña palentina también se pastorean alpacas

En Revilla de Pomar, en el norte de Palencia, se encuentra la única granja de alpacas de Castilla y León. Primas de las llamas y parientes lejanas de los camellos, las alpacas, originarias de Los Andes, se crían por la gran calidad de su lana.

Óscar tiene unos 40 ejemplares y él mismo se encarga de esquilarlos cada año y de realizar todos los mantenimientos higiénico-sanitarios que precisan, como el suministro de tratamientos preventivos contra ciertas enfermedades o el limado de dientes cada pocos meses.

La lana de alpaca destaca sobre todo por su gran capacidad de aislamiento térmico y por la cantidad de tonalidades naturales diferentes que presenta.