Hace treinta años el oso pardo estaba en peligro de extinción en España. Su catalogación no ha cambiado, pero el ultimo censo señala que hay 370 ejemplares en la Cordillera Cantábrica. Una muestra del éxito de los programas de recuperación. Por eso convertirlo en un activo económico es el objetivo de zonas como la comarca de Laciana. El proyecto Life de la Unión Europea quiere crear, entre otras cosas, una red de miradores de avistamiento y, al mismo tiempo, mantenerlos alejados de núcleos urbanos.