Aunque tendemos a pensar en la accesibilidad únicamente vinculada a las barreras arquitectónicas, este concepto va mucho más allá y también incluye el derecho de las personas con alguna discapacidad a disfrutar del arte. Es lo que persiguen iniciativas como la que acaba de abrir sus puertas en el Museo de Salamanca. “Hoy toca el Prado” permite palpar cada milímetro de algunas de las obras maestras de la pinacoteca nacional.