El emisario Real abría las puertas de la ciudad a los Reyes Magos. Con frío y viento, pero sin apenas lluvia, se desarrollaba la cabalga de Reyes de la capital. Miles de personas acompañaron y vieron a los Magos de Oriente en el tradicional desfile que terminaba en el Mercado Chico con los discursos de Melchor, Gaspar y Baltasar, que recordaron a los niños que debían acostarse pronto en la noche de la ilusión.