En estos tres meses han llegado a nuestra provincia más de 400 personas, que ahora tratan de ‘normalizar’ su vida con un empleo. La mayoría de los refugiados son mujeres y niños. Por eso, desde la Asociación Provincial de Ucranianos centran sus esfuerzos en lograr estos empleos, pero también en facilitar el cuidado de los más pequeños.