A las siete de la mañana los bomberos de Ponferrada abandonaban las instalaciones de
la acerera Roldán tras dar por extinguido el incendio que se declaraba sobre las diez de
la noche del domingo. Fue el impacto de un latiguillo de aceite sobre una lámina
incandescente el que provocó el suceso, aunque en ningún momento las instalaciones
corrieron peligro.