La pandemia está pesando en nuestra salud mental. Cuando una persona sufre angustia, ansiedad o un trastorno emocional pide ayuda a su médico de familia. El decano del Colegio de Psicología de Castilla y León, Jaime Gutiérrez, lo confirma: "El médico de cabecera va a ser la primera línea de afrontamiento. Va a intentar tratar a través de medicación, fundamentalmente, porque no tiene otras herramientas".

Ahora, esa atención se hace por teléfono. Sin embargo, como explica el gerente de la Federación de Salud Mental de Castilla y León, Ángel Lozano, "hay situaciones que requieren de un trato más cercano con el paciente". Hasta que llega la cita con el especialista pasan meses. En Castilla y León, hay 150 equipos de salud mental, que para los expertos son insuficientes. "Para mi son héroes porque tienen una carga de trabajo abismal", valora Jaime Gutiérrez.

En España, hay cuatro psicólogos por cada 100.000 habitantes, 18 en la Unión Europea y se eleva a 70 en los países nórdicos. Tener más psicólogos y que estén en el centro de salud reduciría también los costes económicos como el gasto en antidepresivos y en otro tipo de psicofármacos y costes indirectos como la reincidencia de visitas constantemente a primaria, explica el psicólogo David Cortejoso.

Tras meses de espera, la única solución para un malestar emocional es acudir a un psicólogo privado. Pagarán entre 50 y 70 euros por una hora de consulta.