Cuando los hospitales de Castilla y León comenzaron a estar desbordados se puso en marcha la zona COVID en el Edificio Rondilla de Valladolid. En principio fueron 50 camas pero llegaron a estar ocupadas 200. En plena tercera ola necesitaron refuerzos: "Los médicos y los enfermeros éramos los mismos, pero los pacientes aumentaban", explica la enfermera María Grañeta. Ella trabaja en emergencias de forma voluntaria.

Los pacientes han sido atendido por un centenar de profesionales. Algunos con traslados polémicos desde otros centros sanitarios de la Comunidad. También han ingresado aquellos que no necesitaban UCI, mayores de 80 años y con otras patologías. De los 500 personas que han pasado, 400 han recibido el alta y 100 han fallecido. Sanidad siempre ha defendido que estas instalaciones eran un centro de referencia para recibir enfermos de cualquier provincia. 

Cinco meses después, cierra para pacientes COVID, pero estas instalaciones continúan con actividad. Se pasa consulta de algunas especialidades y además, se realizan pruebas diagnósticas.