En los últimos años muchas de nuestras tradiciones se están tranformando. La presión animalista o el cambio de sensibilidad de la sociedad están haciendo que se modifiquen, sobre todo, aquellas en las que los animales eran protagonistas. Hemos recurrido a los expertos para analizar qué suponen estos cambios para la herencia cultural de Castilla y León.

Vivimos un momento de transformación de muchas tradiciones, pero los etnógrafos son contundentes: "No estamos en ningún momento especial respeto a esto de la historia". Aunque España tenía una evolución pendiente desde hace siglos: "En Europa, después de la Ilustración la sociedad comienza a pulir esos problemas de las relaciones con los animales", explica el músico y etnógrafo Joaquín Díaz.

En las últimas décadas hemos asistido a la adaptación de fiestas en la que participan animales. En Manganeses de la Lampreana, desde el año 2000, ya no se tira una cabra desde el campanario y en Tordesillas, desde 2015, el Toro de la Vega no puede morir lanceado en el campo. Otras tradiciones como la carrera de gallos de Guarrate o los cerdos engrasados han desaparecido.