La ermita del siglo XVIII de Corrales es considerada como propia por los vecinos de esta localidad zamorana. Aseguran que siempre han sido ellos lo que se han ocupado del mantenimiento y la limpieza. El Ayuntamiento promovió las últimas obras de restauración a través del proyecto 'Arquimilenios', pero el Obispado registró el monumento a su nombre: "Se apoyan en el artículo 206 de la ley hipotecaria que ha permitido que la iglesia inscriba más de 35.000 inmuebles a su nombre", indica el alcalde...  Así que el consistorio acudió al juzgado que daba la razón al Obispado, ya que está inscrita con su nombre. 

No ha sido bien acogido en el pueblo que recuerdan que son los vecinos los que históricamente han cuidado la ermita. Finalmente, la decisión del juzgado ha sido recurrida y el equipo de Gobierno ha aprobado en pleno no acudir a los actos religiosos que organice la parroquia.