ECONOMÍA

El IPC sube un 12% en Castilla y León

La inflación subyacente escaló hasta el 6,1%, su valor más alto desde enero de 1993

Europa Press

El Índice de Precios de Consumo (IPC) cayó un 0,3% en julio en relación al mes anterior, aunque disparó su tasa interanual hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984 y seis décimas por encima de la registrada en junio, según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El organismo confirma así el dato que avanzó a finales del mes pasado, aunque ha elevado una décima el aumento mensual adelantado.

Con el repunte de julio, la inflación encadena dos meses consecutivos por encima del 10%, después de que en junio se situara en el 10,2%.

Los alimentos, en su nivel más alto desde 1994 

Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,8% en julio se debe, principalmente, a las subidas de los precios de las viviendas, el vestido y calzado, y a los alimentos y bebidas no alcohólicas.

La vivienda aumentó su variación anual, cuatro puntos, hasta el 23%, a causa del encarecimiento de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gas. En comparación con los datos de junio, la vivienda se ha incrementado un 2,6%.

El vestido y el calzado se incrementaron más de dos puntos y medio respecto a junio, y la variación anual alcanza el 5%.

Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas alcanzaron el nivel más alto desde el comienzo de la serie histórica, en enero de 1994, con una tasa que se disparó al 13,5%, seis décimas superior a la del mes pasado.

El INE explica que este encarecimiento de los alimentos y las bebidas no alcohólicas se debe al comportamiento de los precios de la carne y la leche, quesos y huevos, del pan y cereales, y de las legumbres y hortalizas.

Los transportes registraron una caída de tres puntos respecto a junio, gracias al descenso del precio los carburantes y lubricantes, y la tasa anual quedó en julio el 16,2%, por el descenso del precio los carburantes y lubricantes.

Castilla y León alcanza la segunda mayor inflación del país

Por sectores, los únicos descensos de los precios se han producido en las partidas de vestido y calzado (-11,4%), por el efecto de las rebajas; sanidad (-0,2); transporte (-2,2) y comunicaciones (-2,0%), y se han mantenido invariables en enseñanza y en otros bienes y servicios.

Por otro lado, el mayor aumento de los precios en julio se produjo en la partida de vivienda (2,9%) y de ocio y cultura (1,2%), además de en hoteles, cafés y restaurantes (0,9%), menaje y otros (0,5%), y alimentos y bebidas no alcohólicas y bebidas alcohólicas y tabaco (0,3% en ambos casos).

Por provincias, el IPC cayó en todas las provincias, salvo Soria, donde los precios aumentaron una décima, lo que deja una evolución interanual del 12% (6,6 % en los siete primeros meses de 2022), mientras que el mayor descenso se registró en Salamanca, con una caída del 0,8 % con una evolución interanual del 10,7% (5,1% en lo que va de año).

A continuación se sitúa Zamora, donde los precios cayeron un 0,5 %, con una evolución interanual del 12%.

Le siguen Palencia, con un 0,4 % menos y una inflación del 11,3% (6,1 % en lo que va de año), y Ávila, Burgos y León, todas ellas con una caída del 0,2%.

Los menores descensos de los precios se han registrado, por su parte, en Segovia y Valladolid, ambas con dos décimas negativas, lo que deja la evolución interanual de las dos en el 12%, en la media de la Comunidad.

Así, León, con una evolución interanual del 13,7%, se mantiene como la más inflacionista, seguida de Ávila, con un 13,1%, y Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, con un 12%, misma media que el conjunto autonómico. Por debajo de esa media autonómica, pero por encima de la media del país (10,8%) aparecen Burgos, con un 11,2%, y Palencia, con un 11,3%, mientras que Salamanca, con un 10,7, se queda una décima por debajo de la media nacional.

La subida de precios cambia nuestros hábitos de consumo: las marcas blancas ganan terreno

La inflación sigue erosionando el bolsillo de los consumidores y eso ha hecho que a la hora de comprar tengamos la sensación de que pagamos más por menos.

De hecho, en junio el desembolso que realizamos en la cesta de la compra aumentó un 13% con respecto al mismo periodo del año anterior.

De esta forma, la marca de distribución gana cada vez más protagonismo en nuestras estanterías. Según un estudio de NielsenIQ, casi la mitad de los productos que compramos son de marca blanca. Y esta tendencia parece ir a más.

 Por ejemplo, en junio los alimentos que más subieron fueron los ahumados, el aceite y la margarina, y nuestros hábitos cambian.

Además, el estudio refleja que se incrementa en el gasto en supermercados pequeños por encima del resto.

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