La elección de la ruta educativa y profesional es una decisión crucial para los jóvenes de Castilla y León. La Formación Profesional (FP) ha experimentado un crecimiento significativo, con un aumento del 3% anual en el número de alumnos durante los últimos cinco años. Daniel, un estudiante de FP en automoción, descubrió que estos estudios ofrecían una conexión más fuerte con sus intereses y proporcionaban una sólida oportunidad laboral después de sus prácticas.

En contraste, la inserción laboral de los titulados universitarios en la región supera el 50%. Laura, una titulada en química, decidió preparar oposiciones para acceder a la estabilidad del empleo público tras experimentar las diferencias entre las condiciones laborales en el sector privado y el público. Historias de estudiantes de enfermería e historia también destacan la importancia de la vocación a pesar de las limitadas salidas laborales en algunos campos.

Cada año, alrededor de 13,000 estudiantes en Castilla y León realizan la EBAU, con una considerable porción optando por carreras universitarias tradicionales. Las decisiones de estos jóvenes reflejan una mezcla de vocación y pragmatismo en un mercado laboral competitivo, donde la estabilidad y las oportunidades de crecimiento son factores determinantes.