Castilla y León Televisión
Los ladrones de la industria del motor siguen teniendo en su punto de mira una pieza que, desde hace un tiempo, se ha convertido en su preferida: el catalizador. Buscan, sobre todo, modelos de más de ocho años y coches altos: "Son vehículos que tienen el morro con poco espacio como para contener el motor y el catalizador", explica el dueño de Talleres Amador.
Lo hacen de forma muy fácil una vez que están debajo del vehículo. La pieza es objeto de deseo porque se compone de cerámica y de metales como platino, paladio o rodio: "Es una pieza que vale 2.000 euros y la venderán más barata en el mercado negro". El motor no se ve afectado por la ausencia del catalizador, pero sí que impide la combustión en el tubo de escape y en muchas ocasiones durante el robo se dañan otras partes del vehículo.