Los ministros de Energía de la Unión Europea dan el visto bueno a las propuestas de Bruselas para abaratar la factura eléctrica, como la reducción del 5% del consumo en las horas punta. Sin embargo, no logran acordar el tope al precio del gas que reclaman 15 países, entre ellos España.

A todos les parecen bien las propuestas de la Comisión para intentar rebajar el precio de la electricidad. Los ministros de Energía de los Veintisiete aprueban la reducción obligatoria del 5% del consumo en las horas punta y del 10% de forma voluntaria con carácter general, los impuestos a los beneficios extraordinarios de las empresas, con el añadido de un mecanismo para que no eludan ese tributo con créditos fiscales.

La comisaria europea de Energía, Kardi Simson, ha expresado el mutuo acuerdo de todos en que el mercado "no funciona" con normalidad, "es necesaria una intervención". Añade la importancia de establecer unas medidas que aseguren el suministro o que estén acompañadas por un compromiso, dice, firme de reducción del consumo. 

No ha habido tanto acuerdo para establecer un límite máximo al precio del gas ruso. Algunos estados miembros lo ven como una sanción y todavía no se ha conseguido un consenso sobre este punto. 

Desde España, la vicepresidente tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que no es razonable que la única manera de abordar esta cuestión sea "vía Presupuestos Generales del Estado". "Si no ponemos un tope al gas, podríamos tener un impacto importante sobre el Producto Interior Bruto de la Unión Europa, sobre la producción industrial, sobre los consumidores", ha declarado.

15 países, entre los que se encuentra España, seguirán presionando a Bruselas para que haya un tope en el precio que no afecte solo al de Rusia, sino a todo el que importe a la Unión Europea.

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