Estados Unidos se ha posicionado este miércoles a favor de levantar la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra la COVID-19. La Organización Mundial de la Salud ha celebrado esta decisión considerando que será crucial para derrotar al virus sobre todo en países como la India o América del Sur, donde la pandemia está haciendo estragos.

Esta supresión significaría que cualquier farmaceútica podría fabricar cualquier vacuna, aunque los expertos alertan de que no es la panacea. Inciden en que se trata de una fabricación muy compleja que requiere unas instalaciones, un personal cualificado y una capacidad de organización que no tienen muchos países.

Por su parte, los laboratorios creen que con esta medida se desincentiva la investigación y abogan por equilibrar la distribución mundial. De momento, el anuncio de Estados Unidos ha provocado fuertes caídas en bolsa de las farmacéuticas que han desarrollado las vacunas como Pfizer o Moderna.