La dedicación de los recursos sanitarios a la investigación y tratamiento de la COVID-19 y el miedo de algunos pacientes a acudir a urgencias ha hecho que en este último año se haya visto reflejada una notable caída en otros diagnósticos médicos. Los datos del año pasado muestran que se detectaron menos patologías en pacientes de Castilla y León:

• Un 3% menos de cáncer.
• Un 16% menos de ingresos por infartos.
• Un 9% menos de ingresos por ictus. 
• Un 19% menos de casos detectados por diabetes.
• Y, un 25% menos en casos de hipertensión.

"Teníamos la sensación de que llegaban pocos infartos a urgencias", y eso lo notaban desde la Sociedad Castellano-Leonesa de Cardiología, una percepción que se hizo realidad, ya que acudieron un 16% menos de pacientes. Con la Atención Primaria muy enfocada en la pandemia han disminuido los diagnósticos de cáncer, pero no la enfermedad: "Se han muerto el doble en el hospital; en aquellos con infarto y coronavirus, la mortalidad ha subido hasta 5 veces más".