Maria casi no puede caminar desde hace 8 meses. Son las secuelas de la COVID-19. Tiene que ir con muletas y dice que debe sentarse dos veces mientras hace la cama porque se agota. Antes no tomaba medicamentos, ahora su botiquín está lleno de diferentes tratamientos. Los síntomas que padece son constantes: "Dolores musculares, de cabeza, fatiga...", explica. Actualmente sigue en baja médica, pero sin trabajo porque la empresa para la que trabajaba decidió rescindir su contrato por fin de servicio. Se pregunta qué pasará si le dan el alta y continúa con estos dolores. 

Se siente abandonada y reclama unidades especializadas de investigación para que mejoren su calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud, el 10% de los que han sufrido el coronavirus siguen padeciendo síntomas. La asociación 'Long Covid de Castilla y León' ha escrito una carta al Ministerio de Seguridad Social para reclamar criterios administrativos comunes en toda España para evitar desigualdades.