No quieren desaprovechar ni un rayo de sol. Han pasado demasiado tiempo sin poder salir a la calle. Áureo, de 88 años, y el resto de ancianos de la residencia de Cevico de la Torre, en Palencia, fueron los primeros vacunados de Castilla y León y ahora ya gozan de la tan ansiada inmunidad. Pero lo hacen con precaución: "Hay que tener mucho cuidado porque hay gente que no ha recibido la vacuna, paseamos por donde no te encuentras a nadie", destaca. 

Áureo ya era conocido y querido en el pueblo pero reconoce con humor que, después de haber salido en los medios como el primer vacunado, lo es mucho más. La vacuna les ha dado ilusión y fuerza, tanta que ya hace planes para el verano: "Cuando esto se normalice hacemos una parrillada ahí en el patio. Unas chuletillas vuelta y vuelta". Recomiendan que todos se pongan la vacuna para conseguir acabar con el COVID-19, porque no quieren renunciar a la tranquilidad que tanto les ha costado conseguir.