La pandemia también ha obligado a las residencias a adaptarse. La telemedicina ha llegado a ellas como ayuda extra en la atención de los mayores. Facilita, por ejemplo, el control de la tensión, de la saturación de oxígeno y el acceso de los médicos a los datos sin tener que estar allí. Dos residencias en Castilla y León ya aplican esta técnica.

En Béjar, Salamanca, hay una gestionada por SERGESA que pone en marcha un sistema que permite a través de un carro con utensilios médicos digitalizar al momento todos los parámetros de cada usuario. "Permite tener un control continuo del estado de salud de los residentes. Está conectado con una aplicación web de manera que cualquier médico responsable de ese usuario, incluso desde el centro de salud, tendría acceso a estos datos de manera inmediata", explica la coordinadora médica IHS, Paula Rodríguez.

La recogida de datos se convierte también en una herramienta para medir el estado general de los mayores, información que está al servicio de las familias. "También queremos mejorar la comunicación a través de una aplicación y de unos informes digitalizados", dice Alicia Fernández, coordinadora SERGESA Castilla y León.

Además, el sistema también previene los riesgos de determinados desplazamientos ya que automatiza las recetas. Un modelo que se aplica ya en diez residencias geriátricas en España, dos de ellas en Castilla y León