El Parador de San Marcos de León ha homenajeado este martes a Josep Sala, el último superviviente encarcelado durante la Guerra Civil en este edificio en un acto en el que ha estado presente él mismo, ahora con 102 años.
El presidente de Paradores, Óscar López, ha agradecido la presencia de Sala y de sus familiares durante este "bonito acto" por haberse desplazar desde Barcelona para ser parte del recuerdo a todos los encarcelados en el Parador de San Marcos.
Así, ha señalado que en Paradores "no se oculta la historia" y ha indicado a modo de ejemplo que en este acto se ha apostado por el recuerdo, la memoria, el entendimiento y la superación, para insistir en la necesidad de "entender la situación y ver cómo se puede llegar a acuerdos".
En este sentido, ha avanzado que desde Paradores se pondrá en marcha un podcast y la colocación de unas placas con el objetivo de explicar la historia de un edificio "que ahora se dedica a cosas mucho más positivas que antes".
Óscar López ha agradecido la presencia de diversas autoridades, como el expresidente del Gobierno, el leonés José Luis Rodríguez Zapatero; junto al alcalde de León, José Antonio Diez; el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, o el portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla y León, Luis Tudanca.
Por su parte, Sala ha recordado a todas las personas con las que pasó "calamidades en este campo" y ha reclamado a la clase política "cordura para los que nos dirigen, entereza y que sepan que lo peor que puede pasar en un país es una Guerra Civil".
Asimismo, ha incidido en la necesidad de "concordia y sensatez" para los que dirigen los pasos de todos en una situación en la que "todos piensan de forma diferente" y ha reivindicado que la compostura tiene que reinar.
"Una patria es un país con justicia"
Por su parte, Rodríguez Zapatero ha utilizado un verso de un poema de Antonio Gamoneda para defender que una patria es "un país con justicia" y ha explicado que para hacer "una patria definitiva" es necesaria la justicia de la memoria.
Además, se ha mostrado convencido de que el acto de hoy será historia y ha enfatizado en lo que pensarían los hasta 7.000 presos que llegaron a estar a la vez en esta cárcel leonesa convertida ahora en Hostal. "San Marcos es León, León es San Marcos", ha añadido.
También, ha reconocido que su generación casi no reparó que hubo cientos de campos de concentración y que San Marcos fue uno de ellos y ha aseverado que le gustaría dar un "abrazo intenso" a aquellas familias que tuvieron a gente en estos centros, "que salieron, fueron fusilados, pero en una cruda historia, de inviernos de hambre y veranos de sequía", ha rememorado.
El expresidente del Gobierno de España ha recordado que su abuelo estuvo en esta cárcel unos días hasta que le fusilaron en Puente Castro en 1936 y ha puesto de manifiesto el testamento publicado justo antes de morir, "uno de los primeros documentos de la adolescencia en los que indicaba que moría en perdón".
Según ha explicado, "no hay historia sin memoria", una tarea que, según admitido, "llevará tiempo" para añadir que cada generación pregunta más sobre lo que pasó lo que "exige saber, poder recordar, llorar o homenajear a los que ni siquiera pudieron estar en una referencia tangible antes de morir".
En este sentido, ha manifestado que sueña con que esto sea reconocido por todos en España y ha confirmado que "tantos libros, más libros, los grandes amigos, inunden los Paradores, escuelas, sedes de los partidos políticos, no estaría mal que el Instituto Cervantes donara a los partidos libros, y la memoria permita mirar al futuro de plenitud en el recuerdo".