El delegado del Frente Polisario en Castilla y León pide ayuda humanitaria. El coronavirus está afectando  a los refugiados, los contagios por COVID-19 superan los 600;  y a esto se suma la guerra con Marruecos. El 13 de noviembre de 2020 el país marroquí rompió el alto el fuego. Además, los niños saharauis no podrán visitar a sus familias de acogida en nuestra comunidad por segundo año consecutivo.

 

Mohamed Labat pide a las instituciones recursos para poder llevar a cabo un programa alternativo en el Sahara. Recuerda que en marzo de 2018, una delegación de las Cortes de Castilla y león viajó a los campamentos saharuis en Argelia. A su vuelta, pusieron en marcha un intergrupo parlamentario con el objetivo de impulsar la causa saharaui. Tres años más tarde, los compromisos no se han cumplido y no son más que papel mojado. 

 

Omar tendrá que volver a pasar el verano en el Sahara, a pesar del calor intenso. Tenía mucha ilusión por volver a ver a su familia de acogida. Con ellos pasó tres veranos. Gema, su madre de acogida, lleva recibiendo niños saharauis en su casa desde el año 2003. Dice sentir pena, incertidumbre e impotencia porque no puede hacer nada para ayudarles, ni tan siquiera puede enviar un paquete con comida y útiles escolares porque las fronteras están cerradas. 
 
Más de 4.200 menores saharauis se quedarán sin disfrutar del programa 'Vacaciones en Paz en España', 240 niños saharauis no podrán venir a Castilla y León. A pesar de la distancia, los vínculos no se rompen. Nuria mantiene contacto telefónico con toda la familia de Galia, la niña saharaui que acogió durante un verano. 
 
Mantienen la esperanza de poder ver a los niños al año que viene. Mientras en el Sahara, Omar nos enseña donde vive y se despide mandando un mensaje a la que ya es su familia.