La pandemia se ha convertido en el momento perfecto para pasar por quirófano. Patricia Martínez es paciente de cirugía plástica y lo tiene claro: "Ahora no se puede disfrutar en otra cosa así que qué mejor que en uno mismo". Ella no ha dudado en mejorar su abdomen y su autoestima. "Sobre todo, lo que me ha mejorado es la cabeza, no el cuerpo. Así que lo repetiría sin duda", asegura.

El teletrabajo y la falta de ocio han provocado que estas intervenciones aumenten. Es más fácil pasar el postoperatorio en casa.

Se ha experimentado un aumento en el número de cirugías faciales. El cirujano plástico José Ignacio Rodríguez Mateos expone que el argumento que se utiliza es: "ya que tengo que operarme esto, mejor llevarlo tapado que lo oculto con la mascarilla". El precio de estas intervenciones oscila entre los 3.000 y los 6.000 euros. 

El cirujano plástico David Alonso Peña afirma que aunque la economía nacional no vaya bien, "sí que hay gente que dispone del dinero suficiente para hacerse cirugías estéticas". Señala que aunque la nariz y la boca tienen menos demanda ahora por estar tapadas "tenemos una racha muy buena de pacientes que solicitan que les mejoremos los párpados".

La actividad del sector ha aumentado hasta un 40 por ciento. También están al alza los retoques que no precisan bisturí. Aumentan los pinchazos con botox para rejuvenecer la mirada.