En la última década se mantiene el número de abortos en Castilla y León. Los datos más actualizados indican que se hicieron más de 2.600 interrupciones voluntarias del embarazo al año. El 80 por ciento en mujeres de entre 20 y 39 años.

El método más demandado es el instrumental, el que se realiza pasando por el quirófano. Solo un cinco por ciento ha elegido el aborto farmacológico. Con estas cifras se ha levantado la polémica por la reforma de la ley del aborto que está preparando el Gobierno donde proponen que las mujeres aborten con fármacos hasta la novena semana de gestación.

Desde el Gobierno quieren que la Sanidad Pública practique abortos. "Se va a implementar una prestación sanitaria de segunda categoría y se van a reducir los derechos de la mujer", aclara Francisca García Gallego, presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Proponen que se haga mediante fármacos hasta la novena semana de gestación. El método farmacológico es más sencillo y más íntimo, no necesita quirófano pero también tiene requiere de un proceso. El ginecólogo Octavio Laguna explica que "no te tomas una pastilla y desaparece la gestación. Te tomas una pastilla y provocamos un aborto que tiene unos tiempos y unos sangrados". También aseguran que hay más margen de error. "Hasta el 5% de los tratamientos farmacológicos pueden precisar luego un legrado uterino", advierte el representante de la Sociedad de Ginecología de Castilla y León, Javier Martínez Guisasola. Por eso, la mayoría de las mujeres opta por la otra vía: la instrumental.

Lo que argumentan desde el Ministerio de Sanidad es que abortar con la pastilla aliviará la saturación de los quirófanos y reducirá costes porque en Castilla y León el 97% de las mujeres son derivadas a la privada. Desde las clínicas denuncian que Sanidad quiere ahorrase la formación. "La ley del 2010 dice que los profesionales que hagan abortos se tienen que formar en todas las técnicas", informa Francisca García Gallego, Presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Con esta reforma pretenden también que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin consentimiento de los padres.