El mapa de peligrosidad sísmica lo deja claro: Castilla y León es un lugar tranquilo y nunca ha sufrido un terremoto devastador. Se debe a que está alejada del borde de placas, entre la africana y la euroasiática, y lejos de otras zonas sísmicas como los Pirineos o Galicia, según destaca el responsable de la Red Sísmica del Instituto Geográfico, Juan Vicente Cantavella.

Las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila se encuentran entre las zonas más calmadas de toda la península. El lugar más peligroso se sitúa en Zamora, en una falla en los Arribes de Duero, pero no es el único: "El oeste de las provincias de Zamora y León, y el norte de Burgos y Soria", explica Cantavella. La intensidad máxima alcanzada en la Comunidad está lejos de la de Lorca. 

En los últimos años los terremotos más importantes en nuestra región tuvieron lugar en Zamora en 1961, En Burgo de Osma en 1994 o en Molina Seca en 2006. Todos ellos con una magnitud de 5 grados.