Una misma medida tiene efectos diferentes según el territorio. El cierre de la hostelería en Palencia durante dos semanas redujo la incidencia de 262 casos a 92. En Segovia y Burgos, después de un mes los resultados son dispares. En la provincia segoviana se ha reducido a la mitad, en cambio, en la burgalesa sigue en riesgo extremo. En la capital, la incidencia al cierre de la Semana Santa era de 389 casos por 100.000 habitantes. Un mes más tarde apenas se ha reducido, se queda en 379.
 
Por provincias, la incidencia más elevada está en Burgos, aunque es la segunda que presenta un nivel más bajo de ocupación en la UCI.