Montse tuvo claro que iba a donar un riñón a su marido. Ella ya sabía casi desde el inicio de la relación que un día llegaría ese momento. Con 18 años se hicieron novios, y con esa edad, a Roberto le dijeron que algo iba mal en su cuerpo.

Dejó su idea de la carrera militar a un lado, y al poco tiempo llegó el primer trasplante que le duró 14 años. Fue entonces cuando su mujer le devolvió a la vida. Y ahora ha tenido que pasar por un tercer trasplante. Nos dice que eso de vivir día a día es más que un lema para él. Y antes de dejarles disfrutar de este café a solas, más de 30 años después de la primera vez que se encontraron, Montse nos deja a nosotros un consejo para los que quieran dar vida en vida.