En la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata han recibido varios casos de inversores en bolsa. No solo es un problema económico, también genera una adicción imporante. "Tenemos todo tipo de gente, un trabajador que se gasta todo el sueldo de un mes o chavales con dos carreras y poder adquisitivo grande", nos cuenta Juan Carlos Gallego, presidente de APAL.

Los afectados tienen las mismas pautas que otras ludopatías como el póker online o las apuestas. Muchas veces tienen que ser las familias las que den la voz de alarma porque ellos mismos no reconocen tener problema alguno. "Lo más importante es ser consciente de cuál es su situación económica. Forma parte de la patología negar el daño económico y personal que está generando", explica Bayta Díaz, psicóloga de APAL.

El primer paso de la terapia es conseguir la abstinencia para facilitar la vuelta a la normalidad. "Intentamos rehabilitar los vínculos. Esa persona que está en la patología de ludopatía bursátil, normalmente se aísla de la familia, de la pareja, de amigos", dice la psicóloga. Las terapias, primero grupales y después individuales, suelen durar de media hasta 24 meses.