Es la guerra entre dos industrias que podría acabar en los tribunales. Los viticultores y las bodegas se levantan en armas contra la proliferación de parques eólicos en los montes de la comarca de El Bierzo, algunos de esos molinos están planificados a escasos metros de algunas de las viñas más emblemáticas de la D.O. Bierzo, por eso, el sector del vino defiende que no es solo un sector económico, también lo es cultural, para intentar que estos macroproyectos se instalen en otros lugares donde no dañen el ecosistema.

Ricardo Palacios, Gerente de Bodegas Descendientes de J. Palacios, nunca pensó que alguien pudiera instalar un molino de viento a escasos metros de la viña La Faraona, uno de los emblemas de la D.O. Bierzo. Su bodega forma parte de la asociación Bodegas y Viñedos del Bierzo, que a su vez se integra en la federación nacional con la que intentan plantar batalla a las eólicas.

Y es que el vino es un sector económico. Pero es mucho más. Y ese valor añadido lo da precisamente el entorno, que se ve ahora amenazado con estos proyectos.

La Asociación, que incluye a la mitad de las bodegas de la DO Bierzo, ha presentado ya alegaciones a los proyectos planeados en Barjas, Corullón y Trabadelo. Es el primer paso de una batalla que se prevé larga y que podría acabar en los tribunales.