La clasificación de Saúl Ordóñez para los Juegos se convirtió en una carrera de obstáculos. Su segundo puesto en el campeonato de España prácticamente le garantizaba su presencia en Tokio, pero no contaba con la marca mínima. El berciano conseguía ese registro el día que expiraba el plazo en una prueba de infarto en Castellón. El 31 de julio debutará en unos Juegos. Y la exigencia será máxima desde la primera ronda. No se prevé que nadie sea capaz de correr tan rápido como David Rudisha en Londres 2012. Ya ha demostrado su competitividad en campeonatos de exigencia máxima y soñar con la final no parece descabellado.