Cada día a las ocho de la tarde les agradecemos su entrega con un aplauso. A todos los que trabajan por frenar esta pandemia y en especial a los sanitarios que después de horas de esfuerzo aún les quedan ganas para iniciativas solidarias. Es el caso de un grupo de enfermeras de Salamanca y Valladolid.

Después de trabajar se convierten en mensajeras entre los pacientes aislados y sus familiares, una manera de ofrecer información y de que nadie se siente solo en un momento tan complicado.