Candelas y Julia celebran sus cumpleaños ajenas al virus y a las vacunas. Ellas, como los otros 100 mayores de su residencia, han retomado cierta normalidad. Ya han recibido los dos pinchazos. Ahora en el Centro Nacional de la Gripe quiere saber cómo son sus anticuerpos y cuántos tienen. "Queremos saber a lo largo del tiempo si decaen los anticuerpos o se mantienen", explica la jefa de sección de Geriatría de la residencia Doctor Villacián en Valladolid.

El estudio analiza muestras de 150 personas, usuarios y trabajadores de las dos residencias de la Diputación de Valladolid. La mitad de los participantes han estado contagiados. Los investigadores quieren saber "si aquellos que han enfermado antes están más protegidos, menos o igual", explica el responsable científico del Centro Nacional de la Gripe, Iván Sanz Muñoz.

A través de un test serólogico -una analítica- obtienen más información sobre la eficacia y la duración de la vacuna. "Nos ayudará a saber si vamos a necesitar una segunda vacuna dentro de un año o tenemos niveles de protección", afirma Sanz Muñoz.

La COVID-19 ha afectado de forma muy distinta a los mayores. Para algunos ha sido casi imperceptible pero para otros, letal. También se desconoce cómo afecta la edad en la protección frente al virus. "Puede ser que la vacuna les haga un efecto menos duradero que a los jóvenes. Como no lo sabemos todavía, es uno de los objetivos de este estudio", continúa Sanz Muñoz.

Ellos han sido grupo prioritario en la vacunación y lo son ahora en la investigación. Es el único trabajo en España que analiza la inmunidad en los más vulnerables.