Unas décadas atrás las calles de Rodilana, núcleo rural de Medina del Campo en Valladolid, estaban llenas de niños. Había dos colegios uno para chicos y otro para chicas. Ahora, en cambio, tan solo hay siete alumnos y eso pone en peligro el mantenimiento del CEIP San Juan Bautista. "Cuatro de ellos se van: dos porque acaban y dos porque se mudan a Medina. La norma dice que el ratio mínimo tiene que haber cuatro alumnos y serían tres", explica Ricardo Blanco. 

Pero esa misma normativa abre una puerta a su esperanza con esos pocos alumnos. El Ayuntamiento se tiene que comprometer a su conservación y prever la matriculación de futuros alumnos. "Hay dos niños en el pueblo que estarían en edad escolar dentro de dos años". 

Pero familias y vecinos quieren luchar por su colegio. Ahora tan solo les queda esperar a la decisión de la Dirección Provincial de Educación.