VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia vicaria, la otra cara de la violencia de género

Marisa Fernández fue víctima de violencia vicaria. Sus cuatro hijos terminaron creyendo la versión del padre, que nunca pasó la pensión y la amenazó con quitárselos en varias ocasiones

Castilla y León Televisión

La violencia vicaria es la otra cara de la violencia de género: hacer daño a una persona por medio de otras a las que esta persona quiere. En ocasiones padres que matan a sus hijas para hacer daño a sus madres, como fue el caso de José Bretón o el de Itziar Prats. En otros muchos, madres alejadas de las vidas de sus hijos por culpa de la manipulación del padre.

Marisa tiene cuatro hijos. Algunos fueron testigos de los golpes que su exmarido la propinaba, pero desde hace 15 años apenas los ve. "Un día entrando mi hijo mayor por la puerta me vio que estaba yo hecha polvo y me preguntó que cuánto iba a aguantar y luego me echó la culpa cuando me divorcié". Terminaron creyendo la versión del padre, porque cuando estaban con él, dice, ejercía la violencia vicaria. Nunca pasó la pensión y la amenazó con quitárselos en varias ocasiones.

Ahora dice que se ha acostumbrado a vivir así, pero se rompe al hablar de sus nietas a las que tampoco ve y al recordar la boda de su hija, cuando tuvo que sentarse al lado de su maltratador. "Yo estaba sentada al lado de un señor que me había violado 50 veces, me había maltratado y había hecho todo lo que le había dado la gana de mí".