El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha inaugurado este viernes el nuevo centro penitenciario de Soria, ubicado en el barrio de las Casas, a siete kilómetros de la ciudad, y que pretende ser una "pequeña ciudad" con una capacidad para 1.300 internos y con unas instalaciones creadas para la reinserción de los presos.
El centro ha contado con una inversión cercana a los cien millones de euros, 91 para construcción, alrededor de cuatro para equipamiento general y 4,5 para otras inversiones.
El traslado de la actual prisión, ubicada en la ciudad y con una capacidad de 271 internos, no tiene fecha concreta ya que se irá realizando de forma progresiva, formando a los funcionarios en las nuevas instalaciones, más mecanizadas que las actuales.
El ministro ha estado acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, la presidenta de Siepse, Mercedes Gallizo, y la nueva responsable de la prisión, Concha Zurdo.
Grande-Marlaska ha señalado que la apertura de la prisión era una "prioridad" por la responsabilidad de "gestionar los recursos de forma eficiente" y porque es un "poderoso instrumento para mejora la calidad de vida y de las personas privadas de libertad".
Además, ha indicado que era "una deuda con Soria", al hilo de lo cual ha destacado la "persistencia" por parte del alcalde de Soria, Carlos Martínez; de la anterior delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y del actual delegado, Javier Izquierdo.
Asimismo, ha lamentado el retraso en la puesta en marcha de la cárcel, pues ya en 2014 se contaban con "estas modernas instalaciones" pensadas "para un presente de dignidad y un futuro de oportunidades" que bebe de la filosofía de los Centros Tipo "pensados hace 26 años para facilitar la transformación penitenciaria con el objetivo de la reinserción".
"El centro permite desarrollar el trabajo necesario para devolver a la sociedad mejores personas de lo que eran cuando ingresaron, con un tratamiento que le ayude a recorrer el camino de la reinserción y estos centros está pensado para que se aborden programas de acceso a la educación, cultura, deporte, formación profesional, frente arcaicos modelos", ha explicado el ministro.
Grande-Marlaska ha definido la nueva cárcel de Soria como un "espacio sostenible, respetuoso con el medio ambiente, con un diseño arquitectónico que compagina con un diseño no agresivo con el respeto a los derechos de los internos, nuevos espacios, modernas tecnologías y servicios actualizados".
En cuanto al personal, contará con 118 nuevas plazas de funcionarios que se suman a las 133 actuales.
MÁS DEL 70% DE LOS INTERNOS CON TRABAJO
En este sentido, ha apuntado que estos programas "facilitan el acceso al trabajo productivo en prisión" por lo que a día de hoy 12.000 internos tienen un empleo mientras cumplen condena, de los cerca de 47.000.
En el caso de Soria, en la actual prisión, más del 70% de la población penada cuenta con un salario mientras que en la nueva prisión se espera que crezca dicha tasa gracias a los talleres y a la colaboración empresarial.
El número de presos llegó en 2011 a su tope con 70.000 internos, pero la reforma del código penal, la expulsión de extranjeros y la bajada de población ha influido en el descenso del número de presos. De ellos, tan solo el 7,4% son mujeres.