Las escuelas de español piden que su sector sea catalogado como estratégico para poder frenar la sangría que ha supuesto la crisis del coronavirus. En condiciones normales facturan 45 millones de euros al año, mientras que en 2020 no han llegado a los 2,5 millones. Aulas cerradas y expectativas inciertas marcan el día a día de las empresas dedicadas a la enseñanza de nuestra lengua. De momento, dan por perdido el verano.

Las aulas de esta escuela de español están vacías. Por estas fechas, en un año normal, habría 500 estudiantes de todo el mundo. Ahora son apenas 50. Así es la situación en la mayor parte de las 16 escuelas de la Comunidad que pertenecen a la asociación regional. A Castilla y León llegan 43.000 alumnos anualmente para aprender nuestra lengua, un 70% de ellos de estos centros, lo cual genera 200 puestos de trabajo directos y una enorme riqueza indirecta.

Ser incluidos finalmente en las ayudas a empresas afectadas por la crisis les da oxígeno, pero no suficiente. Lamentan que la Consejería de Empleo les haya dejado en la estacada, frente al apoyo recibido por las de Cultura y Economía. El siguiente paso será pedir al Gobierno central y autonómico la catalogación como sector estratégico para poder paliar, en parte, las pérdidas.