El PSOE de Castilla y León auguró un Gobierno "agónico e inestable" por parte de PP y Cs, "fruto de su pacto de rapiña", y anunció una oposición "leal y constructiva" con los intereses de los ciudadanos de la Comunidad y "durísima desde el minuto uno" con "quien ha mentido para obtener la confianza de la gente" y "dilapidar" las expectativas de cambio.
Un día antes de la firma del pacto entre PP y Cs para el Gobierno de Castilla y León, la secretaria autonómica de Organización, Ana Sánchez, arremetió en una rueda de prensa contra los firmantes, para censurar que Francisco Igea "roza el fraude electoral, mintió y no tiene palabra" al haber ofrecido en campaña cambio y regeneración y mantener ahora un partido con 32 años en la Junta y criticar que el "pseudopresidente" Alfonso Fernández Mañueco se haya "autodenominado" como la regeneración.
Sánchez cargó en particular contra el líder naranja a quien recordó que en campaña recalcó que no sería el "salvavidas" del Partido Popular pero advirtió de que se ha convertido "en subalterno" de los ‘populares’ con una "moralidad distraída". "Qué altura política y democrática tiene Igea", se preguntó. "Ha faltado el respeto democrático y la voluntad soberana de Castilla y León al no sentarse con el ganador de las elecciones", criticó ante su falta de respuesta a Luis Tudanca.
Ante la formación del gobierno de coalición entre populares y naranjas, que estimó "inestable" por la "desconfianza mutua y la carencia de credibilidad", anunció una oposición "leal, constructiva y responsable" con Castilla y León y sus "gentes" y "durísima desde el minuto uno" con lo que consideró que "han mentido para obtener la confianza" ciudadana y ahora "dilapidan el cambio".
"Castilla y León no los quiere, ni al subalterno vicepresidente, ni al pseudopresidente, y se lo vamos a recordar cada día, como sabemos hacer los socialistas, con trabajo", argumentó Sánchez, convencida de que los ciudadanos de la Comunidad dieron su "confianza" el pasado mes de mayo a la "antítesis" de ambos dirigentes, a Luis Tudanca, a quien calificó de "honesto, leal, que tiene palabra".
Entre las primeras medidas de su oposición, avanzó una batería de medidas centradas en la regeneración democrática, para poner a ambos socios ante el "espejo", si bien emplazó a su concreción mañana o el miércoles, cuando sean registradas en las Cortes.
Precisamente, manifestó que les "paran en la calle" no sólo para decirles que el Gobierno será "inestable", sino para pedirles que "no desistan" ante una situación "decadente" y con "respiración asistida" por parte de Ciudadanos, que ha llegado para "blanquear a la extrema derecha". "¡Qué cuajo!", exclamó ante el hecho de que la formación de Igea ostente la Consejería de Regeneración Democrática.
Ana Sánchez defendió la estrategia seguida por su partido y por Luis Tudanca, como ganador de las elecciones, y recordó que el líder socialista volvió a "tender la mano por enésima vez" a Igea el pasado viernes cuando le ofreció un acuerdo de cien puntos. "No se puede obligar a sentarse en una mesa", anotó en referencia a la falta de respuesta del candidato naranja a reunirse con Tudanca.
"Ha habido encuentros informales con Igea, pero no se ha sentado en la mesa con el ganador", siguió Sánchez que pidió que se haga la pregunta al dirigente de Ciudadanos en relación a sí éste ofreció un acuerdo al PSOE. "Todo a su tiempo", deslizó, para pedir "prudencia" al líder naranja.
Sánchez se detuvo en lo ocurrido el pasado viernes y subrayó como después de la rueda de prensa de Tudanca, con un nuevo ofrecimiento a Igea, éste convocó a las 13.50 horas a los periodistas para dar una respuesta pero desde el PP un minuto antes "se filtró" el acuerdo en el reparto de las consejerías porque "entraron en una histeria colectiva". Con esta secuencia, concluyó que Igea es un "portavoz intervenido" por el dirigente nacional de Cs José María Espejo-Saavedra y por el popular Raúl de la Hoz.
Por último, se mostró convencida de que Tudanca "será presidente", afirmó que ven el "calor de la gente y su cabreo por la fustración" de las expectativas de cambio y estimó "complicado", en su función de oposición, "sentarse con políticos sin palabra, mentirosos y tan irresponsables".