TRIBUNALES

La Fiscalía solicita 27 años de prisión para el acusado de matar a un hombre en el barrio de La Sal de San Andrés, León, para robarle junto a su esposa

La defensa pide la libre absolución y alega que perdió su teléfono móvil y adquirió dos que resultaron ser los de las víctimas

ICAL

El Ministerio Fiscal solicita un total de 27 años y ocho meses de prisión para OM.G.N. por tres presuntos delitos de asesinato, robo con violencia o intimidación y un delito leve de lesiones por los hechos que ocurrieron en el barrio de La Sal de San Andrés del Rabanedo, León, el 19 de agosto de 2017, cuando el acusado mató presuntamente a A.M.G. en el momento en el que se disponía a robarle junto a su mujer, M.E.A.

Así lo ratificó este lunes la Fiscalía durante la lectura de sus calificaciones previas en la Audiencia Provincial de León, donde hasta el jueves, 15 de abril, se juzgará al acusado por tres delitos de asesinato consumado, delito leve de lesiones y robo con violencia e intimidación con uso de instrumento peligroso, para el que un juzgado popular será el encargado de dictaminar su culpabilidad o inocencia.

Según el relato del Ministerio Fiscal, los hechos se produjeron pocos minutos después de la medianoche, cuando el matrimonio formado por A.M.G. y M.E.A. retornaban a su domicilio en San Andrés del Rabanedo, León, tras dar un paseo. Sin embargo, en la calle Marqués de Santillana OM.G.N. adelantó al matrimonio y, con la intención de robarles, les mostró objeto punzante mientras decía "dadme todo u os mato".

El acusado empujó entonces al varón del matrimonio, A.M.G. y le robó su bolso, en el que portaba su móvil, llaves, gafas y la cartera, con 180 euros en efectivo, entre otras pertenencias. Tras ello, "de forma consciente y voluntaria, le clavó sin advertencia previa y sin posibilidad de defenderse, un objeto punzante en el tórax que le provocó la muerte". Tras ello, según el relato de la Fiscalía, se dirigió a M.E.A., dándole un empujón para arrebatar bolso, que portaba su móvil, llaves y una cartera con 150 euros, entre otros enseres y provocando su caída al suelo. Finalmente, huyó del lugar perdiendo un móvil de cuya línea era titular su pareja.

OM.G.N. fue localizado en la mañana ese mismo día en su domicilio de la calle Juan XXIII de León, con los dos móviles robados, además de otros efectos por un valor aproximado de 582 euros, mientras que el cálculo de los no recuperados ascendió a 338 euros.

Por todo ello, el Ministerio Fiscal solicitó una pena de 23 años de prisión por un delito de asesinato, cuatro años y seis meses por un delito de robo con violencia o intimidación y dos meses por un delito leve de lesiones. Asimismo, pidió una indemnización para la viuda de la víctima de 120.000 euros por el fallecimiento de su marido, 30.000 euros por las lesiones que le causo, 5.715 euros por el sepelio, 668 euros por los efectos robados y 665 euros por el tratamiento psicológico que tuvo que recibir.

Durante su relato, la Fiscal se mostró convencida de que el acusado "quería matar a la víctima para para facilitar la comisión del robo y asegurarse de que nadie le identificaba" para lo que “le dio una puñalada en el corazón por sorpresa, sin darle la posibilidad de defenderse”.

La Fiscalía definió a OM.G.N. como "un sin alma" un auténtico delincuente, un ser violento que llegó a la violencia extrema” y que "fue investigado por un homicidio o asesinato por el que no fue detenido, así como condenado por hurto y con una causa por violencia de género por la que fue detenido".

Por su parte, la acusación particular, que consideró que el delito respondió a "un guion planeado para robar y asesinar a las víctimas encubriendo así el robo", pidió penas de 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, cinco años por un delito de violencia e intimidación y una multa de 200 euros durante tres meses por un delito leve de lesiones.

El abogado consideró que el acusado tiene "perversidad y maldad" y aseguró que "en ningún momento ha mostrado el más mínimo afán de colaboración ni arrepentimiento" ante "unos hechos de gran egoísmo y profundamente antisociales, ya que ha sido capaz de quitarle la vida a otra para encubrir un robo", lo que supone un "acto de cobardía".